Es increible, una chica unersitaria se va a Atenas, entra en una cafeteria, esta tomando una cerveza y saca su avanico que tenia especial cariño, lo compro en madrid, y quiso uno concreto ¿por que? no lo se. Ve al camarero que esba llorando, ella le pregunto ¿por que lloras?, le dice, soy turco y ese abanico lo pinte yo, lo conozco porque a todos ponia una señal, se lo demostro, Estuvieron hablando, quiso que se lo firmara, para tenerlo como algo mas especial. Su pregunta entonces fue, ¿que tiene este abanico? |
Las cosas pasan por algo
ResponderEliminarLindo relato
Un abrazo
Efectivamente después de cinco años, más los que lo tuviera antes, al abanico se le acabo el tiempo, tenia que suceder, todo tiene un principio y un final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fue una casulaidad y no hay que darle más vuelta a la cabeza, lo compró, lo perdió y seguramente se compraria otro...un besote.
ResponderEliminarQue casualidad.......a veces cuando ocurren estas cosas nos sorprenden un momtón y podemos pensar que es un suceso mágico pero las casualidades existen y no hay que darles vueltas, simplemente asombrarnos.Besotes
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